Muy buenas a todos y a todas a este vuestro blog. Tras el saludo inicial, y como alguno/a ya sabe ( vía twitter/msn/mail ) esta semana me tocó ir de viaje a Portugal. El motivo, acompañar a Sara, la novia de mi mejor amigo, Pablo, para arreglar papeleos variados y ver a la familia ( ella es portuguesa ).
El motivo del post, aparte del hecho de que tengo el viaje muy fresco en mente y cuerpo ( mi dolor de cuello lo atestigua ) es que tengo ganas de contaros mis experiencias por el país vecino. Ese pequeño gran desconocido, llamado Portugal.
En antecedentes os pongo. Con esta, son ya seis o siete veces las que he visitado el país vecino, todas ellas de la mitad del país para arriba, lo que implica que me falta ( dicen ) por conocer lo mejor, a saber, Lisboa, Estoril, etc. etc. De modo que, aviso, mi visión de Portugal como país, es incompleta. De todas formas, para quien haya ido pocas veces o ninguna, pues bueno, unas pocas pinceladas de este servidor, no vienen mal... : )
Insisto, he ido unas seis o siete veces. Por motivos muy diversos. Desde el simple viaje de ida y vuelta, al viaje para asistir al Rally do Portugal, cuando aún competía en el Mundial de Rallyes el inestimable Carlos Sainz, al fin de semana en Oporto y zonas aledañas, en fin, un poco de todo. Soy muy consciente de que necesito ir muchas veces mas para hacerme una verdadera idea de como es como país, pero bueno, al grano.
La primera vez que fuí a Portugal, lo hice con muchos amigos, un seat ibiza y muchos pájaros en la cabeza. Ya hace la friolera de tres lustros de aquello. Me asombró Portugal por muchas cosas. Su parecido con Galicia y Asturias, verde que te quiero verde, montañas y pueblecitos semi aislados en ocasiones. Su ritmo lento, pausado, casi cansino. Sus ciudades y pueblos con cuestas eternas... Sus animales por las carreteras, algo muy de León hasta no hace tantos años. Sus coches destrozados y sus conductores alocados. La segunda vez que fui, solo con otro gran amigo ( Luiseznos, va por ti ), hicimos noche en un monte, con una buena tromba de agua. Fue en un mes de Enero, posíblemente el año 2.001 o 2.002, que no paró de llover durante semanas. De hecho, suspendieros varios tramos del Rally, y lo pasamos como enanos por caminos que no eran sino barro puro, atollándonos con mi Kia Sportage y sacando pick-up portuguesas a nuestro paso. De aquella, conocí un poco Ponte da Lima, bonita ciudad. Los vehículos y carreteras iban mejorando, y yo haciéndome una idea un poco mas precisa de lo que era Portugal, la amabilidad de sus gentes y algún antiespañol ( hay de todo, por la viña del señor ).
Hace dos años, Oporto me encandiló. Ayudó mucho que el viaje lo hice con una mujer muy especial, una de esas con las que recorrerías el mundo con ella. Sus edificios, sus gentes, monumentos, bodegas ( no me gustó en exceso el vino de Oporto, demasiado fuerte para mi paladar ), sus puentes, su mezcla de ciudad de hace dos siglos, con toques de modernidad por aquí y por allá... Me encantó Oporto. Volveré a ir.
Ayer, descubrí una ciudad por la que había pasado, pero de noche y sin tiempo de hacer un piti-stop jajajajaj. Ayer descubrí Braga. Lo hice, a la luz de un día soleado, de la mano de una persona que es un cielo, natural de allí, pero que es más española ya que tu y que yo, estimado/a lector/a. Me descubrió paseando, sus calles viejas, sus parques, sus zonas comerciales, sus fuentes, sus iglesias, sus calles empedradas... Ella hacía cuatro años que no iba por Braga, y la encontró muy cambiada. Mucho mas moderna. Volveré este sábado y os traeré unas fotos de recuerdo, para la segunda parte de este post. Las que hay en este, cortesía de www.Google.com : )
Tengo que reconocer que ayer me pasó algo que solo me suele pasar cuando me voy de León ( provincia ) para no volver en dos semanas mínimo. Dediqué una pitada de claxon a Portugal cuando vi llegar el cartel que anunciaba mi entrada en Espanha. Una pitada de cariño, de "hasta luego, volveré en cuanto pueda", un gesto con la mano hacia atrás. E inmediatamente, el coche a 110 km/h.
Me ha impresionado de este viaje, la modernidad de Portugal en los últimos dos años. Han invertido bien en carreteras e infraestructuras. Da gusto conducir por el país vecino. Me recuerdan a la España de hace 15 o 20 años, con los conductores ayudándose, con la Guardia Civil que molestaba lo justo, con casi total ausencia de radares, que no, no están para ayudar, sino para recaudar... Un inciso. De Verín a Benavente, por autovía, es un completo escojono ir a 110 km/h, cuando los trailers de tropecientas toneladas, van a 120. Ni te cuento los otros coches.
Luego sus gentes. En alguna ocasión he comentado a mi gente por aquí, que los españoles solemos desentonar en el extranjero, muy especialmente los jóvenes. Gritamos demasiado, damos demasiado el cante, somos demasiado bruscos y toscos y nos falta educación. Algo así como los italianos o los ingleses por Salou/localidades similares pero no tan a lo bruto. Los portugueses ( hay de todo, claro ), pero siguen siendo gentes educadas, casi silenciosas, limpias, orgullosas. Son una delicia. Mi amiga Sara me decía que una portuguesa media, no se va con el primero que pilla, que requieren su cortejo, que puede ser incluso de meses. Pero que cuando es tuya, es tuya para siempre. Son luchadoras, sufridoras y mujeres de carácter. Echo en falta mucho de ello en la mayoría de las españolas. En fin.
Adorno este post con fotos variadas del país vecino, pero solo de las zonas en las que yo he estado. Fotos personales, la semana que viene, si la autoridad competente lo permite. Os invito a que en cuanto podáis, os dejéis caer por el país hermano por excelencia. Merecerá la pena.
Besos, abrazos e tendo saudades ao país vizinho,
PLANETA POL @ElTioPol en tu Twitter
3 comentarios:
Me alegra que tengas esa visión de Portugal porque es un país al que adoro, al que me escapo cada año con, mejor dicho, sin ningún pretexto. La gente es encantadora, no he comido peces como los de allí (ese olor a mar y a pescado "grelhado" en cualquier pueblecillo del Algarve no puede ser más estimulante), el fado embruja, y Lisboa, con ese punto decadente, nostálgico, es una ciudad con miles de rincones donde pararse a contemplar la vida o a leer. No conozco Braga, al contrario que tú, mis viajes siempre han sido por las regiones de Lisboa hacia el sur, pero has despertado mi interés. Mi querido Saramago pensaba que Portugal Y España acabarían fundiéndose en Iberia. Quién sabe, quizá en algún momento, sin la maldita crisis acechando, los dos países se encuentren.
Obrigada, Pol!
Poniendo el piececito, cual geisha, porque no quedaría fino otra cosa..
Lo acabo de descubrir y tendré que leer entero XD. De momento te diré que Portugal me encanta y he ido por diversos motivos, así, por encima, creo que tú lo has recorrido muy bien acompañado, parece que no, pero ayuda mucho..
Un beso!
Vaya... ¿Así que no has bajado de Oporto?
Pues tendremos que cambiar los cromos. Yo no he subido de Oporto, y lo tendremos que hacer prontito, digo yo.
Baja, hombre, baja, que hay verdaderos tesoros.
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