El Tribunal Superior de Justicia ordena retirar los crucifijos sólo en las aulas pedidas por los padres
Es una polémica recurrente. Si en las aulas puede/debe haber crucifijos o no. La versión más de lo más es la de si en los colegios debe ponerse en Navidades belenes o no. Lo más de lo más de lo más... son las representaciones tridimensionales de escenografías de invierno (algo así como pastorcillos, nieve, estrellas y bla bla que van a adorar a portal vacío o a una cueva de pinturas rupestres, yo que sé).
Y por otro lado. ¿Los anarquistas tenemos que aguantar la imagen omnipresente en las aulas de Juan Carlos de Borbón? ¿y si ello nos produce retortijones de tripas e impide concentrarnos en el estudio?
Otra:
Najwa debe escoger entre su hiyab (el velo islámico) o su cambiarse de instituto
El Consejo Escolar del centro mantiene el reglamento que prohíbe entrar en las aulas con la cabeza cubierta
Y la discusión no es nada en España comparado con lo que llevan ya en varios países europeos.
¿Y si en lugar del velo hablamos del burka? ¿Y los hábitos de las monjas? ¿Y los pantalones caídos y los calzoncillos fuera? ¿Y las gorras? (por cierto es cierto que están pegadas con loctite y no se las pueden quitar nunca jamás?) ¿Y los ganchos taladradados en la piel?
Otra pieza del puzzle:
Publicidad en los pupitres escolares para costear la enseñanza pública
¡Cómo no se me había ocurrido antes!
Otra:
Nueva ordenanza de publicidad exterior
Gallardón prohíbe el hombre-anuncio y el repartidor de octavillas
Considera vejatorio que sean soportes publicitarios.
Otra:
Fernando Alonso, el hombre anuncio más caro del mundo
Y esta no es noticia, pero sí información de contraste:
- un hombre anuncio cobra por llevar el anuncio (no sé cuánto, ¿40-50 euros día?).
- por una camiseta blanca has de pagar 3 euros.
- por una camiseta blanca con la publicidad de nike has de pagar 29 euros.
Feliz sábado, sabadete... se me comporten
Saturnino
3 comentarios:
Bueno, bueno...estupenda reflexión. En el mundo hay diversidad de razas, y cada una con sus particularidades culturales que van de lo asombroso a lo cotidiano...Esa diversidad hace que nuestros gustos y preferencias sean distintos. Pienso que tenemos derecho a elegir, de expresarnos. Es posible que la publicidad tenga algún poder para incidir en nuestros deseos y hacernos tomar algo que realmente no queremos, si y solo si, no estamos lo suficientemente claros acerca de lo que queremos o estamos buscando; o no tenemos suficiente información para tomar una decisión firme. A este respecto los menos informados y los menos formados son las presas fáciles de este tipo de sistema de ventas. Pero esto se agrava cuando hay imposición estatal, a través del decreto de leyes y reglamentos que obligan a tal o cual cosa, probablemente con buena intensión porque el Estado asume que sabe más que cualquiera que le conviene a sus ciudadanos.
Por cierto, yo agregaría los concursos de belleza internacionales, donde se propone el prototipo de chica que se pondrá de moda (este año las asiáticas, al otro las africanas, las rellenitas, las muy flaquitas...y pare usted de contar). Yo prefiero creer que la belleza está en los ojos de quien mira
En la Biblia nos encontramos con el libre albedrío...lo tomas o lo dejas, pero nadie te obliga a tomar el camino correcto.
¿Contra la publicidad hay realmente libertad?
Mira Martina que es tanto y tanto lo invertido, con gente tan preparada que trabajan directamente nuestra materia gris...
Ahhhh cierto se me olvidó la belleza internacional. Lógico que se me olvidara, acá como no ganamos ni un concurso de miss!! jeje
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