Una de los placerillo mundanos de mis meses de vacaciones siempre ha sido leer el periódico. Leer el periódico tranquilamente. No digo de pe a pa, pero casi casi.
Los periódicos de verano son casi casi lo más parecido a la hoja parroquial. Me refiero en su grosor. Con unas poquinas páginas vale y sobra.
Lo cual puede parecer un timo (el precio no se reduce a un 30%, ni mucho menos) es sin duda una gran virtud para esta lectura distendida.
Ahhhh y esas hermosas serpientes de verano, noticias relajadas y más o menos lejanas. Los ovnis. La parasicología. La mala y la buena ciencia. Descubrimientos. Cocodrilos en los ríos de Madrid. Los trabajos con el lince. Las plagas de topillos. Las fiestas veraniegas de cada uno de los pueblos. Las 12 uvas en no sé que pueblo que se quedó sin luz una ya lejana nochevieja. La desgracia de los incencios forestales. La ola de calor. O el verano más frío de la última década. Los abdominales de Aznar. Las fuertes tormentas que inundan acá o allá. Hasta una miniguerra de Perejil.
¡¡Qué placer!! ¡Qué descanso los de antaño!
Pues este agosto ¡¡¡LA MADRE QUE PARIÓ A LA CRISIS Y A LA PRIMA DE RIESGO, A LAS CAÍDAS DE LA BOLSA Y A LA RECESIÓN!!!
¡¡¡NOS ESTÁN DANDO TAMBIÉN EL VERANITO!!!
Feliz sábado, sabadete... se me comporten
Saturnino
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