Cuando estoy trabajando en el ordenador suelo tener puesta la radio. Cuando me cansa el tema o prefiero concentrarme un poco más pongo música. Suelo poner Rockolafm en internet (a ver si cobró este minuto publicitario, por cierto). En esa página eliges estado de ánimo y te va poniendo canciones variadas. O bien eliges a un cantante o un tipo de música y lo mismo.
Hace poco elegí "FADO". La verdad es que junto al flamenco, al jazz y la bossa nova, no hay otro tipo igual.
Mariza, Dulce Pontes, Mísia y compañía. Desde lo más clásico a lo más renovado.
El escuchar unos buenos fados me viene bien. Te sientes relajado. Te calma. Hasta yo diría que al poco tienes otro tono muscular. Me deja con ese descanso profundo que te deja un buen masaje. Al poquito de escuchar fados me provoca estos estados de ánimo tan benéficos para el cuerpo y el alma.
Pero como uno es un ambicioso por naturaleza no se contenta con un poquito de fado y sus magníficos efectos. ¡¡No!! Uno quiere siempre más y en lugar de contentarse con unos magníficos 10-20 minutos de fado diario decide alargar su escucha.
Al cabo de 40-60 minutos de escuchar fado el estado de ánimo cambia y ya no es tan benéfico. El fado comienza a traspasar la epidermis, la dermis y los músculos más externos y te va entrando en órganos internos: el estómago, las vísceras, el hígado y puede ser que incluso también el bazo y el páncreas. Lo cierto es que todo los humores corporales quedan invadidos por el fado. La relajación y la calma dejan paso al desasosiego. Te aparece la melancolía. Los colores vivos que te rodean pierden su fuerza su vitalidad y toman todos una gama monótona de color sepia. Empiezas a echar de menos. Realmente no sabes que echas de menos, pero echas de menos en sí. Echas de menos todo.
Ya no es la sensación benéfica de un buen masaje. Es más bien la sensación de pesadez y dolor que te deja una paliza en el cuerpo. Te pesa el ánimo y el alma.
Claramente llegó hace ya rato el momento de quitar la música o al menos de cambiar de hilo musical. Pero cabezota de mí sigo escuchando fados.
Al cabo de 1.30-2 horas de tiempo escuchando fado se ha sobrepasado claramente el estado de sobredosis. El fado ya ha infectado por completo los pulmones, el corazón. Se ha inyectado hasta la médula y ha invadido por completo el hipotálamo.
Aquellas sensaciones relajantes de hace un par de horas se han convertido en este momento en falta de aire, te cuesta respirar, una fuerte opresión en el pecho (¿será un infarto?), se te nubla el conocimiento y se te entumecen los sentimientos. Los ojos estallan y se te esparrama el humor vítreo (algo así debe ser, porque esta forma de llorar no es normal). Mi cuerpo cae completamente derrotado sobre la mesa, sin fuerza alguna para elevarme.
Todo a mi alrededor se convierte en un mundo en blanco y negro, más negro que blanco, que poco merece la pena seguir siendo vivido...
En esos momentos entra mi mujer en el cuarto y asustada actúa con rapidez. Apaga la música y tras vanos intentos de hacerme entrar en sí, arrastra mi cuerpo inerte hasta la terraza y me deja "secar" al sol.
Al cabo de unas horas recupero la consciencia y un par de horas más al solete y con el bullicio de la calle de fondo recupero completamente el ánimo.
Por segundos he sido librado del agujero negro del fado y con ello de mi muerte.
No sé si he quedado recuperado del todo. Un par de días después ha llegado el 1 de septiembre, el fin de las vacaciones y se ha puesto el cielo plomizo, han bajado las temperaturas y ha comenzado una lluvia otoñal. ¿Será simplemente el calendario o será culpa del fado?
¡VIVA EL FADO! ¡VIVE EL FADO!, como todo, en su justa medida.
A la alegría de tu vida, añadele una pizquiña de saudade. Verás como realza el sabor.
Ahí os dejo dos pizquitas de fado en manos de la maravillosa Mariza
Feliz sábado, sabadete... se me comporten
Saturnino
Ahhh! otra cosa muy importante. En la barra de blogs de la derecha he insertado los blogs de mi hijita del alma querida
http://enamoratedelolvido.blogspot.com/
y el de su amiguita
http://ysentirtusonrisacercademiboca.blogspot.com/
3 comentarios:
exagerao, exagerao pal que no le conozca. Pero pena tiene.
Excelente! A mi también me encanta el Bosa, el Jazz y el flamenco. Y si, tienes mucha razón en cuanto a que si escuchas música por mucho tiempo entras en un letargo, un estado de sopor que molesta en todo el cuerpo. El Reggae también cumple esa función de relajación, y hasta la recomiendan para las horas de sueño de los infantes. algunos sugieren que su uso en el; aula de clase puede resultar beneficioso para el aprendizaje. http://www.cesdonbosco.com/revista/foro/9-Jesus%20Millan.pdf
Que son buenas ciertas músicas de fondo para el estudio y la actividad mental se intuye. No había leído nada en plan científico. Qué cosas, el Mozart además de genio todo un terapeuta.
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