domingo, 4 de septiembre de 2011

LA MUERTE NOS RODEA

Muy buenas a todos y a todas. ¡¡ Sorpresa !! Sigo vivo, a pesar del título de esta entrada.

Con el tiempo que me estoy dedicando a mi mismo, o algo parecido, es inevitable que se acumulen las experiencias y los sucesos. Alguno de ellos o varios, también de forma inevitable, están relacionados con un tema del que no nos suele gustar hablar, tratar o compartir. Hay que dejar de mentar a la bicha y esas cosas...

No obstante, la muerte es algo inherente a nosotros. Cada uno de vosotros/as queridos lectores, habrá tenido su ración particular de sucesos necrológicos, o de circunstancias en las que vimos pasar a la de la guadaña cerca de nosotros, aunque a última hora, se desvió y tomó otro camino. Familiares, amigos, conocidos, parejas o ex, vecinos, famosos, desconocidos, nos rodean y nos hacen partícipes involuntarios de grandes momentos y de malas pasadas. Personalmente, he tenido una relación bastante compleja con la señora de negro. Ha respetado a mis amigos más cercanos, a la mayoría de mis familiares más queridos, a la gente que me ha tratado correctamente y viceversa.

Sin embargo, en los últimos tiempos, no puedo dejar de reflexionar sobre el valor de la vida y su fragilidad. Sin ir más lejos, hace dos días, en una inocente comida en un asador, tuve que hacer algo que jamás había hecho: Aplicar correctamente la llamada " Maniobra de Heimlich", una suerte de movimientos que provocan una tos artificial a alguien que se está asfixiando, en este caso, por atragantamiento. En un restaurante con menos de diez personas dentro, sospecho que fui la única persona a la que se le vino a la cabeza unos conocimientos, que sabe Dios, tenía prácticamente olvidados. No fue, hasta ver su satisfactorio resultado, y un repaso de conocimientos, a la vez que confirmar que lo había realizado correctamente, hasta que respiré tranquilo del todo.


Como la info me parece relevante, no está de más un repaso en, por ejemplo, http://www.tuotromedico.com/temas/heimlich.htm o http://www.youtube.com/watch?v=2D5TKxDwGuk



Mi pareja, entretanto, ha tenido como experiencia, la muerte de un cliente habitual en la cafetería en la que trabaja. Alguien a quien ves todos los días, a quien sirves su bebida habitual, y que de pronto, no volverá más. Es el discurrir habitual de la vida, duro e inflexible.

Ciertamente, en el capítulo personal, ya he sentido mi final alguna que otra vez. Esos instantes previos a un accidente de coche, cuando sabes que vas a impactar, pero no que va a suceder a continuación. Si es que habrá continuación, claro. Esas caídas malas, que se quedaron en nada. Alguna enfermedad y algún susto. Afortunadamente, voy librando. Me pregunto y os pregunto: ¿ es inevitable pensar en la muerte ? ¿ o quizás sea innecesario ? Sea como sea, no puedo dejar de sentir que nos vigila a cada paso y que nosotros deberíamos vigilar mejor los nuestros, no sea que coincidan antes de tiempo. O justo a tiempo. Que se yo...

Besos, Abrazos y mucha vigilancia...

PLANETA POL    @ElTioPol ( Temporalmente de vacaciones ) en Twitter

2 comentarios:

Deyanira Díaz dijo...

Creo, como dices que todos hemos tenido alguna experiencia que nos lleva a pensar en los límites de la vida, y lo creo valioso porque de esa manera afinas tus convicciones y te construyes una vida llena de significados. No tiene que ser nada extraordinario, simplemente en algo que creas y que disfrutes hacer y compartir.

Cariños.

SATURNINO dijo...

Menudo sustito el del ahogo!.

Chicos, pues yo no. No estoy nada preparado para la eso de la muerte. Me produce vértico insuperable. Y me desasosiega eso de ver que en el sorteo voy acumulando cada día más y más papeletas.