jueves, 19 de diciembre de 2013

En navidad, una fotografía y un cuento sobre aves marinas.




     Hola queridos amigos, se acerca la navidad, tiempo de reflexionar, de agradecer y de compartir con los seres que amamos.  Vamos a darle un espacio en nuestros corazones a los animales que hoy sufren por la destrucción y deterioro de sus hábitats, por la cacería indiscriminada; con ellos compartimos el mundo. Ellos, al igual que nosotros, tienen derecho a la vida. Hoy leí en un poema de Luis Gerardo Mármol la siguiente expresión: la mirada del amor es la misma en los hombres que en los animales."

         Comparto con ustedes esta imagen del fotógrafo español  Daniel Beltrá, catalogado como el fotógrafo del año en el 2011. Se trata de ocho pelícanos pardos bañados en petróleo tras el desastre causado por la explosión de la plataforma de BP Deepwater Horizon en abril de 2010. Dicha fotografía fue.publicada en la revista Muy Interesante, por aquí les dejo el enlace dónde podrán apreciar 10 fotografías espectaculares de animales... http://www.muyinteresante.es/naturaleza/fotos/fotos-wildlife-photographer-of-the-year-2011/fotos-primer-premio___2104

Primer premio


            En su novela "Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar", el escritor chileno, Luis Sepúlveda, denuncia el impacto que tienen los derrames petroleros sobre las aves marinas. He aquí un estracto de su historia para acompañar la imagen de Daniel Beltrá:

            "Kengah desplegó sus alas para levantar el vuelo, pero la espesa ola fue más rápida y la cubrió enteramente. Cuando salió a flote, la luz del día había desaparecido y, tras sacudir la cabeza con energía, comprendió que la maldición de los mares le oscurecía la vista.

             Kengah, la gaviota de plumas de color plata, hundió varias veces la cabeza, hasta que unos destellos de luz llegaron a sus pupilas cubiertas de petróleo. La mancha viscosa, la peste negra, le pegaba las alas al cuerpo, así que empezó a mover las patas con la esperanza de nadar rápido y salir del centro de la marea negra.

             Con todos los músculos acalambrados por el esfuerzo alcanzó por fin el límite de la mancha de petróleo y el fresco contacto con el agua limpia. Cuando, a fuerza de parpadear y hundir la cabeza consiguió limpiarse los ojos, miró al cielo, no vio más que algunas nubes que se interponían entre el mar y la inmensidad de la bóveda celeste. Sus compañeras de la bandada del Faro de la Arena Roja volarían ya lejos, muy lejos.

              Era la ley. Ella también había visto a otras gaviotas sorprendidas por las mortíferas mareas negras y, pese a los deseos de bajar a brindarles una ayuda tan inútil como imposible, se había alejado, respetando la ley que prohíbe presenciar la muerte de las compañeras.

              Con las alas inmovilizadas, pegadas al cuerpo, las gaviotas eran presas fáciles para los grandes peces, o morían lentamente, asfixiadas por el petróleo que, metiéndose entre las plumas, les tapaba todos los poros."

            A todo este hermoso y crudo relato yo le agregaría, que las aves marinas con las alas inmovilizadas no pueden pescar su alimento, no tienen más destino que la muerte.

            Dejemos que las miradas de amor nos roben el corazón esta navidad.



Pelicano americano wallpaper
  Un abrazo cálido para todos,

Deyanira Díaz, alias, Martina.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Una reflexión sobre la conservación de la fauna en peligro de extinción.




            Yo sé que muchos de nosotros nos preguntamos: ¿Por qué es importante rescatar las especies en peligro de extinción? ¿Por qué debemos desviar los fondos que el Estado pudiera destinar a mejorar los servicios de salud, educación, seguridad, hacia la conservación de la fauna?  Es esa la razón por la cual los recursos destinados a éste tipo de actividades tienen un alto costo de oportunidad, más aún en épocas de crisis. En Venezuela, muchos de estos planes de conservación se realizan con fondos provenientes de organizaciones internacionales. Además hay que destacar que no es políticamente atractivo, en vista de que su impacto sobre el bienestar de la población no es inmediato. Por el contrario, se requieren años de investigación y luego de aplicación para obtener un cambio palpable, y a veces, se presentan dificultades en cuanto a la estimación de los resultados en el largo plazo por la gran complejidad y dinamismo de los ecosistemas. Esta es la razón por la cual se hace necesario que seamos eficientes y efectivos en la utilización cada bolívar empleado en conservación de fauna amenazada, y para ello las decisiones no deben realizarse en forma aleatoria. Necesitamos contar con modelos integrales, basados entre otros aspectos, en criterios económicos, ecológicos y biológicos, que nos permitan realizar la jerarquización de las especies amenazadas de la manera más objetiva posible, para garantizar de cierto modo, que las especies que reciben los recursos son aquellas que lo ameritan con mayor urgencia. Generalmente se lucha por el rescate de especies "llamativas" (quien no quiere rescatar a un Oso Panda o Polar)... pero ¿quién habla de rescatar animales menos agraciados y tan o más importantes para el ecosistema, como es el caso de algunos insectos?
            Pero lo antes expuesto no responde a nuestra pregunta de por qué debemos emplear dinero en conservar la fauna en peligro de extinción, eso es algo que haremos a continuación. Los proyectos de conservación de la fauna amenazada deben estar orientados hacia el respeto de las tasas de reproducción de las especies y tamaño de la camada, lo que implica la existencia de una oferta de fauna silvestre limitada a la cual debe adecuarse la demanda, para garantizar el mantenimiento tanto del equilibrio ecológico, como del equilibrio económico, ya que los animales  son parte de la red trófica mediante la cual fluye la materia y la energía, y por lo tanto afecta de forma directa e indirecta, la cantidad y calidad de los recursos disponibles para nuestra subsistencia.

            Para ser eficientes en el uso de los recursos destinados a planes de rescate de fauna en extinción, entonces, es necesario tener una comprensión del mercado de animales, del funcionamiento de los ecosistemas de los cuales ellos forman parte, y del animal en cuestión. Podemos afirmar que las acciones que se ejercen sobre la fauna se encuentran condicionadas por la cultura, pero éste es un concepto dinámico en el tiempo, ya que la misma puede ser influenciada por la aceptación de nuevos modos de ser y de pensar que pueden ser impuestos (a través de leyes y reglamentos) o sugeridos, consciente e inconscientemente desde afuera, diseñando para ello un sistema de incentivos adaptado a nuestra idiosincrasia, o a través del manejo de la información. A este respecto, informar a la población acerca de los riesgos que conllevan ciertas actuaciones, hace que se transfiera la responsabilidad de las consecuencias a la población, y que la misma tome decisiones de una manera más consciente. La naturaleza de esta información puede ser tanto positiva como negativa, pública o privada.  Desde un punto de vista estrictamente económico, lo que se quiere lograr con todas estas acciones es un cambio en los  “gustos y preferencias” de los agentes, que constituye una variable de la demanda. Una moda que impone el uso de pieles autenticas tenderá a incrementar la demanda de animales para aprovechar su piel; por el contrario, una moda que promueva la conservación de determinadas especies, tenderá a disminuir la demanda de fauna silvestre, ceteris paribus. Por lo tanto los “gustos y preferencias” de una población es una variable económica clave sobre la cual se puede influir para mejorar el estado de la fauna a nivel nacional, pero tomando en cuenta que este tipo de acciones requieren tiempo y esfuerzo, más aún si las costumbres están muy arraigadas en la población, como es el consumo de carne de tortuga en los alrededores del río Orinoco.

            El análisis microeconómico puede resultar una herramienta útil para resolver los problemas de fauna amenazada. El éxito de las políticas dirigidas hacia la conservación de fauna, está en relación directa con la comprensión de la demanda de los mismos. Con una demanda inelástica de determinado animal, la propuesta de épocas de veda es poco efectiva, a menos que el Estado esté dispuesto a gastar grandes cantidades en vigilancia y control de las poblaciones de animales. Tampoco se puede pensar en regulaciones de precios del bien o de bienes relacionados, ya que, por lo general, la captura y venta de animales en peligro de extinción se realiza en lo que se denomina “mercado negro”, en vista de la  existencia de restricciones impuestas tanto a nivel nacional por el Ministerio de Ambiente, como a nivel internacional por CITES (Convention on International Trade in Endengered Species of Wild Fauna and Flora). Yo pienso que la educación en este caso es el instrumento más adecuado unida a una fuerte penalización en bolívares cuando ocurra el delito ambiental.

            La comprensión del funcionamiento de los ecosistemas también es importante para minimizar el costo de ejecución de un plan de manejo de fauna, ya que si se identifican los factores limitantes del sistema, así como también las especies amenazadas que son más afectados por estos, se pueden diseñar planes más efectivos, canalizando los esfuerzos humanos y financieros hacia la recuperación de dichos factores, los cuales ejercerán impactos positivos que se trasmiten hacia otros componentes del sistema, ya que entre ellos opera una sinergia. Es importante coordinar tanto los planes de manejo de fauna como las correcciones necesarias de los factores ambientales deteriorados incluyendo los cambios culturales que apoyen la gestión, pues sería del todo ineficiente, realizar crías en cautiverio de especies en peligro de extinción para ser reinsertadas en un medio que le es hostil, pues su supervivencia está en juego desde el principio de su reinserción, lo que significa la extensión de estos planes ad infinitud, que constituye un comportamiento irracional desde el punto de vista biológico y económico. Allí podrían estar operando incentivos perversos que no se justifican porque siempre, al culminar un proyecto de rescate de fauna en extinción, quedan las operaciones de monitoreo. Definitivamente debemos hacer énfasis en mejorar el entorno en dónde habitan las especies amenazadas. En  este sentido, las ABRAES (Aéreas Bajo Régimen de Administración Especial), Los Parques Nacionales y los Refugios de Fauna Silvestre, fueron creados, entre otras cosas para garantizar a las especies ambientes prístinos, pero lamentablemente, no todos funcionan bien. Existe un conflicto de uso de la tierra, en los espacios que sirven de hábitat a las especies, ya que estos compiten con actividades económicas como la agricultura, la ganadería y la construcción.

            Este tipo de planes debe realizarse localmente, en vista de que “la pérdida de biodiversidad a nivel local es siempre más dramática que las pérdidas globales, y los efectos beneficiosos de muchos organismos sobre procesos locales se están afectando o perdiendo ampliamente antes de que llegue la extinción global de la especie”, Shahid et all (1999). Biodiversity and Ecosystem Functioning: Manteining Natural Life Support Processes. Issue N°4. Published by the Ecological Society of America.  Además, en un ámbito geográfico reducido, se hace más fácil la inserción  de sus habitantes dentro de los planes de manejo de fauna amenazada y facilitan la percepción del efecto negativo de las acciones que el hombre realiza sobre su entorno.

            Para finalizar debo decir que cuando pensamos en la eficiencia del uso de los recursos del Estado dedicados al rescate de fauna en peligro de extinción, debemos tener presente que de acuerdo con lo expresado por Edward O. Wilson (1992) en su libro "La Diversidad de la Vida", en el mundo se han sucedido 5 megaextinciones, y una de ellas fue la de los Dinosaurios, alrededor de las cuales giran muchas preguntas aún no resueltas. Sin embargo, también resalta que en los últimos años este proceso se ha acelerado por la intervención del hombre en la naturaleza.  Este se ha encargado de adaptar tanto el entorno a sus necesidades, que se olvidó de las de aquellos con los que comparte el planeta. Pero así como desaparecen, surgen o se descubren otras nuevas, tal vez mejor adaptadas a las modificaciones. Charles Darwin en 1859 publicó su libro "El Origen de las Especies", en dónde afirma que las mismas evolucionan, de acuerdo a un mecanismo en el cual sobreviven aquellas cuyas características se adaptan mejor al entorno. Estas características son dinámicas y promovidas por cambios genéticos. De acuerdo con esta teoría, la extinción es un proceso contínuo. Así como desaparecen especies surgen otras nuevas. Les sorprenderá saber que ésta era es llamada "la era de los descubrimientos". Una de las instituciones con mayor protagonismo en la búsqueda y clasificación de nuevas especies a nivel mundial es Conservación Internacional. Así es que para tener un panorama más amplio de nuestra situación deberíamos trabajar en ambos sentidos, y tratar de comprender el por qué de los cambios. Tal vez sea beneficioso pensar un poco qué estamos tomando de la naturaleza y cómo se lo devolvemos.

Por Econ. Deyanira Díaz.