Hola blogueros,
No piensen ni por un momento que el tema de hoy es el lenguaje de señas, eso se lo dejo a los expertos. Hoy mi curiosidad se enrumba hacia al uso de las manos en la evolución de nuestro sistema telefónico. Por cierto, ahora resulta que Alexander Graham Bell fue el primero en patentar dicho invento en 1876, pero el primero en crearlo fue un tal Antonio Meucci, en 1871. Este personaje, gracias a dificultades económicas, no pudo completar el registro de su novedoso aparato http://es.wikipedia.org/wiki/Tel%C3%A9fono .
En este primer modelo usabamos ambas manos para sostenerlo: con la mano izquierda el receptor, con la derecha una especie de micrófono. Sólo sosteníamos, no había movimiento.Qué enredo sería anotar una receta o una dirección con este modelo. Y que tal si tienes una emergencia y la operadora está en el baño, que tal si habla con su novio por otra línea. Operadora, operadora, comuníqueme por favor...
En nuestro siguiente modelo, también solíamos usar ambas manos pero en forma diferente: con la izquierda hacíamos girar la manivela y con la derecha sosteníamos el auricular que incorporaba micrófono y receptor en una misma pieza. Gracias a esta innovación podíamos contar con la mano izquierda una vez que se lograba la comunicación. Uff qué alivio, ya podemos espantar las moscas que se detienen en la punta de nuestra naríz.
Este modelo redefinió el uso de las manos confinándo la izquierda a sostener la bocina y la derecha a marcar el número de destino, cuyo uso se simplificó. Ya no necesitabamos toda la mano, tan sólo el dedo índice. Este se introducía en el agujerito correspodiente al número deseado y se hacía girar el disco hasta el límite, que consistía en una pequeña pieza de metal o plástico. Siguiendo la secuencia correcta de números, lográbamos comunicarnos con la persona deseada. Vaya, nos quitamos de encima los imprevistos de la operadora. Los muy osados liberaron ambas manos pues el diseño del auricular permitía que lo sostuvieras tan sólo colocándolo entre tu oreja y tu hombro ejerciéndo contra éste un poquito de presión. Sin embargo, esta posición no podía mantenerse por largo tiempo sin riesgos de tortículis. Esta estratagema es aún muy popular. También corrías el riesgo de inutilizar tu índice derecho, al marcar por largo rato un número cuya línea estaba ocupada. !Pero ya podemos anotar nuestras recetas!
Luego aparecieron los inalambricos, que aporte tan genial, ya no tienes que confinar tu llamada a un sólo espacio, puedes caminar la casa o la oficina entera si quieres. Lo usas tan sólo con una mano (la de tu preferencia). Lo convencional es que sigas usándo tu dedo índice, pero ya no tienes el inconveniente de hacer girar la rueda, sólo tienes que presionar el teclado, y si el número al que llamas está ocupado, puedes insistir tan solo marcando una tecla (redial). Es muy cómodo, hasta puedes ir al baño mientras hablas, ya no necesitas interumpir tus conversaciones. Son tan prácticos que continúan en los estantes, y los diseños son cada vez más compactos.
Luego llegó el celular ampliamdo tus fronteras de movilidad. Me parece que su antepasado se encuentra en el teléfono usado por el Super Agente 86.
Cada vez son más cómodos y más livianos, hasta puedes encontrar una versión ecológica con todos sus
componente reciclables. Aunque puedes sostenerlo con una mano, ahora es cada vez más usual sostenerlos con las dos y usar los pulgares para oprimir el teclado, esto en vista de su multifuncionalidad. Resulta muy gracioso el movimiento de pulgares, parecen patas de alacrán. Algunos de la nueva generación, como los iPhones, son manipulados acariciándo la pantalla con tus dedos, olvídate de presionar.
Los avances tecnológicos nunca dejan de asombrarme, siempre recordaré a los Supersónicos hablándose a través de una pantalla de televisor. En aquel momento era ficción, ahora es una realidad, pues con SKYPE y MSM, entre otros, puedes hablar con quien quieras, en cualquier parte del mundo, captándo no solo su voz, sino también su imagen. Me resta desear que todos estos avances se encaminen hacia el uso sostenible de los recursos y la utilización de materiales que puedan ser reinsertados en la producción, pues todo lo que soñamos lo hacemos posible.
Besos para todos.
Martina.
2 comentarios:
Qué cosas.
Un amigo durante un tiempo se puso a coleccionar la cantidad de "tecnología" con la que nos hemos criado y que ya nuestros hijos reconocen como extraña: echar tinta a la plumilla, la máquina de escribir...
Recuerdo cuando vinimos a mi actual casa, y entonces era la casa vieja de mis padres, que mis hijos no querían otra cosa que utilizar ese rarísimo teléfono colgado en la pared y que para marcar el teléfono (una vez que le adiestramos en el manejo) tenían que dar a esa extraña ruleta.
ALEMANES EN CAMINO!
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