sábado, 26 de mayo de 2012

ÑOÑOS

Hace unos 10 días me enteré de que un chaval de San Antonio, Texas, se hizo esta maravilla en el pelo (con el permiso de sus papis, claro está).


Antes de seguir con la entrada, mostrar desde aquí mi más elevada admiración por el peluquero.

El dibujo del pelo, es al parecer un jugador de baloncesto de la NBA, del que el chaval es seguidor.

El hecho es que el orgullo del chaval por su maravilloso corte de pelo le duró un suspiro. Fue llegar al colegio, verlo los profes y el chaval a la calle, fuera del cole.
Para volver al cole tuvo que raparse el pelo al cero y volver a empezar.
Me imagino la gracia que le hizo al chico y a los papis. Eso sí a cambio ciertos minutos de gloria en los medios de comunicación.

En las escuelas hay problemas, incluso en algunos momentos problemas gordos.
Ahora bien, buena parte de los problemas los provocamos los profes y los propios colegios porque no pocas veces nos ponemos MUYYYY  ÑOÑOS.

En las clases la disciplina es sencillamente un mínimo sin el cual no se puede aprender y no se puede enseñar. Sin disciplina sólo hay una víctima: el muchacho con dificultades, que se va a enterar de la misa la media.

Ahora bien, montar un cristo tras otro sobre la forma de vestir de los chavales es batalla perdida. Si uno monta la pirula por el pantalón corto, la camiseta, la gorra, el pelo pintado, el tatuaje, el pirsing y los pantalones caídos... ya tiene el oficio hecho, no tendrá otra ocupación.

Recuerdo de hace mucho a mi hermana cuando iba al colegio de monjas. Era la época en la que un año se llevaban las minis, en otro las maxis, en otro las midi.
Pues bien las monjas tenían reglas muy extrictas sobre el largo de las faldas del uniforme del colegio. El año que se pusieron las minis de moda, todas las alumnas se cosían las faldas hacia arriba con tal de mostrar unos centímetros más de pierda. Castigo va y castigo viene. Al tiempo debió de haber una importantísima reunión de los más altos cargos de la Orden religiosa o lo que fuera, el hecho es que se cambiaron las normas del uniforme y se acortó unos centímetros. Incluso las monjas también acortaron algo sus faldas para no estar tan demodé.
Lo malo es que la decisión llegó a destiempo. En esos años se llevaban las maxis y ahí estaban las niñas de nuevo sacando dobladillo para ganar unos centímetros a la falda. Y claro está nueva serie de castigos.

¿Que qué habría hecho yo si se me presenta uno en clase con ese corte de pelo?. En primer lugar sacarlo a la pizarra para que nos lo mostrara pero bien a todos y preguntarle por quién es el fulano ese del pelo, y que por qué es fans de él, y que quién ese maravilloso peluquero, y que cuánto ha costado ese corte, y que si a alguno se le ocurriría algo mejor que hacer con ese pastón... Y como mucho... hala, hasta que te vuelva a crecer ponte en la última fila de clase, que sino vas a despistar a algún compañero deslumbrado con esa obra de arte.

Dicho esto hay una moda que llevo mal en mi clase y es el de la gorra de visera eternamente presente en las cabezas de alguno. Tampoco le dedico mucho tiempo, tan sólo tengo que repetir dos o tres veces que en esta tierra de Castilla en la que vivimos, de gente ancestralmente bien educada, de toda la vida cuando uno entra en un sitio cerrado se quita la boina, así que hala chaval, mientras que vivas en estas tierras, fuera gorra en la clase.

Feliz sábado, sabadete... se me comporten.
Saturnino.




3 comentarios:

Deyanira Díaz dijo...

Es complicado, pero tal vez deberíamos comenzar a ser un poco más flexibles en cuestiones de apariencia. Que la gente se proyecte, sobre todo a nivel medio y universitario, total entre máscaras y enmascarados hay muchos pecados. La semana pasada llevé a mi hija de compras y ella eligió unos zapatos negros que tenían pintados los huesos de los pies, y una chaqueta negra con la estructura osea artísticamente bien lograda. Debo decir que a mi no me gusta nada, pero a ella le encanta y cuando se los pone dice que se ve "cool". Me gusta que ella exprese sus gustos y que se sienta bien con lo que lleva aunque no me guste a mi, eso no le resta ni le suma talento y capacidad para hacer lo que vino a hacer a este mundo.

SATURNINO dijo...

¿y lo que te ahorraras en radriografías? ¿eso no cuenta?, jeje

Deyanira Díaz dijo...

Ja,ja,ja,ja,ja...