Hasta el 16 de julio está abierta una exposición temporal en el Museo de Salamanca.
Se trata de una exposición modesta: cinco esculturas policromadas de tamaño intermedio de las que se sabe poco, la verdad.
Tampoco es que formen un conjunto coherente.
No se sabe de qué época son, puede que del siglo XIII al siglo XVIII (hay margen, ya veis).
Tampoco nada de su procedencia; puede que de Castilla y León, Portugal o alrededores.
Eso sí, las cinco figuras son de tipo religioso: una Virgen con el Niño, un San Pedro, un San Pablo, una Santa Ana enseñando a leer a la Virgen y una Santa Catalina de Siena.
Como veis todo muy normalito.
Llama la atención y mucho, sin embargo, el porqué de la exposición.
Las cinco estatuas fueron entregadas en Ciudad Rodrigo, en el juzgado, en el 2001. Habían sido depositadas en la Catedral bajo SECRETO DE CONFESIÓN. Se puede suponer que son fruto de varios robos. Se desconoce todo lo demás. La exposición es uno de los últimos intentos para lograr conocer el propietario primitivo de estas tallas.
Me ha surgido la duda sobre el Secreto de Confesión en la legislación española. ¿Permite la legislación española encubrir un delito a los curas, si estos saben algo en secreto de confesión? ¿o es cosa sólo de peliculas?.
Tiro de google y "voilá":
El artículo 417 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal afirma que “los
eclesiásticos y ministros de cultos disidentes, no podrán ser obligados a
declarar como testigos sobre los hechos que les fueren revelados en el
ejercicio de las funciones de su ministerio”. Por si hubiere alguna
duda, el concordato entre la Santa Sede y el Estado Español, afirma que
“en ningún caso los clérigos y los religiosos podrán ser requeridos por
los jueces u otras autoridades para dar información sobre personas o
materias de las que hayan tenido conocimiento por razón de su
ministerio”.
Feliz sábado, sabadete... se me comporten
Saturnino
1 comentario:
Interesante... algo nuevo que he descubierto hoy! :)
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