ABURRIDOS

Ayer leí en El País un artículo de estos largos, "la vida sin tiempos muertos" sobre algo que ya llevo años dándole vueltas a la cabeza.

Y es sobre un fantasma, un míto, un pánico de nuestra sociedad de estos últimos años: el pánico al aburrimiento.

A todos, y sobre todos a niños y jovencitos, y por ende a sus respectivos padrecitos, estamos temerosos a la terrible palabra "me aburro".

Parece como si fuera un estado horroroso, al que hay que eliminar como si el divertirse a toda costa y de continuo fuera un derecho básico, un estado de necesidad imperiosa...



El oír "me aburro" a nuestros hijos nos produce tal desazón como le debería producir a nuestros abuelos el oír a sus hijos de posquerra "tango hambre".

El aburrimiento se nos hace un estado tan insoportable como el hambre, el desempleo, o una enfermedad incurable.



Ese mal está tan hondamente incrustado en las almas de nuestros niños y jovencitos, que no es raro oír a un alumno desautorizar una clase, por el echo de que ES ABURRIDA!!!!
¡jódete Manuel!! y quien ha dicho que tu vengas a clase a divertirte y yo, profe, entre la preparación de las clases tenga que tener en cuenta cómo hacer el payaso para que al niño no le entre sueñecito!!! Estamos buenos!!
Oye chavalito, tu vienes a clase a currártelo, como cualquiera va a su trabajo... si encima tienes la grandísima suerte de en algún caso pasártelo bien y que te guste, miel sobre ojuelas, pero sino a currar que a eso estamos.

O a esos papis, que entre las mil obligaciones con sus hijos, hemos incorporado la de mantenerlos siempre activos y lejos del fantasma del aburrimiento, así los tenemos de hiperactivos a los pobres: clases, taller de pintura, música, baile, tenis, ducha a cenar y a la cama.



Es un mal que nos acecha a todos y a los que tengo tres respuestas:

A los niños, ante el
- papi, me aburrooooo!!
pues el:
- hijo ajo y agua, o sino haz algo, y a poder ser sin maquinitas entre las manos.

Para los jóvenes, que ante el temor al aburrimiento, empalmada de jueves a viernes, de viernes a sábado, de sábado a domingo... Lo que les decia un amiguete profesor a sus alumnos (ya mayorcitos) cuando venian a clase todos hecho polvo tras larguísimas jornadas de fiesta agotadora:
- Os traigo un mensaje liberador: "no es obligatorio tener que divertirse todo el santo día", podéis descansar.

Y ante el continuo hoy qué hacemos, este fin de semana a donde vamos, que plan tenemos para estas vacaciones... de los adultos,
la respuesta que me daba estos días otro amiguete, cuando le preguntaba por su plan de vacaciones: "yo siempre lo mismo, a mi tierra con mi hermano y mi familia. Las vacaciones no son para estar en sitios, sino para estar con gente"

Yo por mi parte ya tengo super plan de vacaciones: sentadito a la fresca, con mi tinto de verano en la mano y ver pasar el tiempo suavemente, si acaso una buena charla y algún que otro sudoku



Feliz sábado, sabadete (mas uno)... se me comporten
Saturnino