martes, 21 de febrero de 2012

Restando bolsas




Hay que restar bolsas en nuestro tiempo de vida. Tenemos que usar cada vez menos y de forma más eficiente, pues contaminan los suelos y el aire. Para dejar de consumirlas en forma excesiva, se las puede reutilizar una y otra vez en las compras, o  en forma creativa (como contenedor de basura, en obras de arte). Existe una infinidad de materiales que sirven para elaborar bolsas, pero vamos a mencionar aquí tres grandes grupos: las de tela, las de plástico y las de papel. De las tres, la menos deseable es la de plástico porque tarda en degradarse entre cien y mil años, si son de polietileno o policloruro de vinilo, y en función de su densidad y su tiempo de exposición a la luz. Las de tela son deseables por su resistencia; yo les sugiero las de fibras naturales como el yute y el algodón.  Las de papel son muy populares, ya que en un medio húmedo, un trozo de papel tarda alrededor de tres meses en convertirse en agua y gas carbónico. Yo recuerdo que de niña solía observar por horas a mi abuelo Amadeo Claro elaborando en forma artesanal, algunas bolsas de papel muy resistente, en el taller que había mandado a construir en el patio trasero de la casa. Era un hobby bien remunerado. Ahora pienso que me habría gustado mucho aprender de él. Pero sigamos con las bolsas.


He observado que se han estado promoviendo en los auto mercados de algunos países,  bolsas plásticas o de aleaciones de papel-plástico reutilizables. Esto es preferible desde el punto de vista ambiental, porque  dejan de producirse y desecharse grandes cantidades de aquellas pequeñas bolsitas de plástico poco resistentes, que tardan tanto tiempo en degradarse, y que aún son tan populares. Sin embargo, las bolsas reutilizables  serían aún mejores si fueran elaboradas con papel, tela, y por qué no, fibras naturales de palmas o raíces. 



En Europa es muy popular este sistema. Cuando vas a un auto mercado y no llevas tu bolsa reutilizable, tienes que comprar una o llevarte las cosas que compraste en las manos. En España tenemos al Mercadona y al Carefour. En Viena el Billa. En Venezuela, Excelsior Gamma y Automercados Plaza. En Estados Unidos, podemos mencionar a Whole Food, que vende su bolsa verde reutilizable, y cuando no se cuenta con una y no se quiere una, te empaquetan las cosas en bolsas de papel resistente. Las bolsas reusables son ideales para ir de compras a los mercados populares, esos que se organizan en las calles, en los que se venden productos locales y por lo tanto muy frescos. 



Ahora, sustituir las bolsas de tiendas que no tienen nada que ver con productos comestibles lo veo más difícil por muchas razones. Podríamos alegar el prestigio que dan al comprador, ¿a quién no le gusta ir de tiendas y pasearse con una bolsa de Gucci o de Louis Vuitton?  También se podría hablar la de publicidad que las bolsas de algunas tiendas dan a sus nombres.  Todo esto no es suficiente alegato; pero el de la seguridad sí lo es. ¿Se imaginan ir con su bonita bolsa reutilizable, de compras al Mall de su preferencia? ¿Salir de Zara y entrar en Custo, y al pagar en esta última, colocar toda la mercancía en la misma bolsa impersonal? ¿Cómo pueden los vigilantes de la entrada-salida comprobar que los tickets de compra están acordes con la mercancía que se llevan de la tienda? De hecho, en Venezuela, en Zara cierran la bolsa, engrapando el ticket de compra en ella, y así lo hacen en muchas otras. Lo que sí se les puede pedir es que a la hora de diseñar sus bolsas exclusivas piensen en papel.
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Aquí les dejo esta página web para los interesados en conocer más acerca del tema.

Un abrazo caribeño,
Martina

3 comentarios:

SATURNINO dijo...

Paso del enlace para ampliar (ya sabes mi limitación idiomática).

La moda que dices de mercadona y carrefour no es tal. Es simplemente que ha salido hace no tanto una ley que obliga a los supermercados a cobrar las bolsitas.

Mosca me tienen los de carrefour con sus bolsas que dicen que no son de plástico, sino de patata. ¿Es verdad? ¿y eso cómo lo logran?. La verdad es que las bolsas un rato malas.

Por imposición o no, lo que es cierto es que con poner 1 ó 3 céntimos de precio a la bolsa han logrado reducir muchísimo la cantidad de bolsas de plástico en las casas. Ahora es un bien escaso, hasta taniendo cierto problemilla para poner las bolsas para la basura. No está mal.

http://4.bp.blogspot.com/-nCIvLJAVZMQ/Ty9_LPLGYUI/AAAAAAAABgc/DwBJgqeCLdk/s1600/SAM_0671.JPG

Mirad esa imagen que copio. Es el montoncito de envases en el centro de recepción de envases de Salamanca. No está mal.

Deyanira Díaz dijo...

Perfecto!, eso indica que se están diseñando las políticas adecuadas para lograr el objetivo de reducir desechos plásticos, y por supuesto apoyo institucional para que las leyes se cumplan.
En cambio, lo que pasa en Venezuela es pura "Responsabilidad Social Empresarial", porque no hay leyes establecidas para eso, y no es un hecho no generalizado aún. El que las bolsitas de plástico tengan precio, es un incentivo económico genial!

Deyanira Díaz dijo...

Corrijo "es un hecho no generalizado aún". Por el contrario, lo normal sigue siendo que la gente salga a la calle con su mercado empaquetado en bolsas plásticas. Aquí hay mucho por hacer.