martes, 10 de abril de 2012

Sexo en tiempos de guerra


Hola queridísimos lectores, quiero compartir con ustedes una de mis ocurrencias. Resulta que en estos días me encontraba ojeando una de mis revistas de Historia cuando me tropecé con una fotografía que llamó mi atención. Pertenecía a la Segunda Guerra Mundial en USA. En ella aparecían dos mujeres debajo de un avión (al parecer lo estaban ensamblando, pegando remaches, tornillos, que se yo), vestían blue jeans y sus rostros eran jóvenes y hermosos. Me detuve a detallarlas tratando de revelar algo más allá de lo obvio. Pensé en la vida de aquellas mujeres que compartían la nación con otro montón de mujeres solas que trabajaban en las fábricas, con niños circunstancialmente huérfanos, y con hombres que no pudieron partir a la guerra, ya sea por invalidez (momentánea o indefinida), por poseer algún problema mental, o algún otro defecto especificado por el régimen militar de la época. Es lo que sucede en toda guerra, en cualquier parte del mundo. Entonces me dije: ¡por Dios, la única opción que tenían estas mujeres de fornicar y procrear era con hombres defectuosos!  Mientras tanto, los hombres sanos, perfectos desde el punto de vista físico y mental, corrían el riesgo de morir en las trincheras, y fornicaban con prostitutas y mujeres de destino incierto (incierto por la situación de riesgo). Entonces para mí fue obvio pensar que durante las guerras, en general, aumenta el número de habitantes con problemas físicos y mentales de naturaleza hereditaria.  Esto no es más que una hipótesis que hago extensiva a todas las guerras. 


Traté de hallar estadísticas poblacionales de la época para comprobar mi hipótesis, alguna pista que apuntara hacia esa dirección, pero no tuve éxito. Encontré estadísticas americanas recientes en wikipedia, pero nada concerniente al tema. En su lugar hallé un artículo interesantísimo que afirmaba que USA fue el primer país en implementar políticas de esterilización poblacional (la cual inhabilita a la persona para tener descendencia), con el fin de evitar que se reprodujeran defectos, malformaciones y enfermedades mentales de carácter hereditario. De acuerdo con el artículo, las leyes tenían motivaciones eugenésicas (hereditarias), terapéuticas (defectos físicos) y punitivas (castigo a reos). Este tipo de política fue eliminada por razones éticas hace algunos años.
Pero lo que nos interesa realmente es que, “después de la Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo un número importante de esterilizaciones hasta entrados los años 60”. Esto no nos prueba nada con respecto al incremento de niños nacidos con defectos y enfermedades de carácter congénito, pero abre una ventana de incertidumbres.

Sin duda, las consecuencias negativas de una guerra son muchas y a veces inciertas, tanto para los países que la inician, como para aquellos que se ven involucrados de manera circunstancial. Las formas de lucha deben cambiar apoyadas en los derechos humanos universales, en las cláusulas democráticas. Se deben agotar las formas pacíficas de resolución de conflictos, en vista de que, en un escenario de guerra, se pierde algo más que vidas. Las guerras traen destrucción, muerte, estancamiento (porque toda producción es fundamentalmente para apoyar la guerra, los recursos de una nación son desviados de los objetivos se desarrollo hacia los bélicos). En periodos de paz y democracia verdadera, hay construcción, desarrollo... hay belleza. 


Sin embargo, hay situaciones en dónde es difícil mantener la paz, gracias a la intransigencia de algunos gobernantes en su afán de mantenerse en el poder, pero que rodeado de sociedades democráticas que evolucionan hacia la tolerancia, la comprensión y el respeto mutuo, es difícil que estos puedan cumplir con su propósito.


Por lo pronto aquí les dejo la página referida: http://es.wikipedia.org/wiki/Esterilizaci%C3%B3n_forzosa. Hoy no les traje respuestas, ni consejos, ni sugerencias, ni mis queridas ficciones; hoy les dejo mis reflexiones e  interrogaciones, y esta página de viejas fotografías: ww.shorpy.com/colorized-photos.
Besos para todos.

2 comentarios:

SATURNINO dijo...

¡Madre mía del amor santísimo! como para jugar contigo a un "fotopalabra".

Eso de que las guerras producen una degeneración de la especie, es como mucho aventurar. La gente se mueve más... ¿y el vigor híbrido dónde queda?

Deyanira Díaz dijo...

Son solo palabras al aire José, no hay conclusiones en el texto...Fue un diálogo que tuve con una vieja fotografía nada más.