miércoles, 27 de junio de 2012

La Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro 20 años después.



Hola amigos de este desorbitado blog, hoy les traigo unas reflexiones sobre Rio + 20.
Han pasado 20 años desde que se realizó  la primera Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro. Allí, la principal preocupación era delinear un concepto de desarrollo que nos permitiera guiar nuestros objetivos en vista de los problemas crecientes de pobreza y degradación ambiental a los que se enfrentaban los países del mundo. De esta manera surgió el concepto de “Desarrollo Sustentable”, el cual fue definido en el informe Brutland o Nuestro Futuro Común de la siguiente manera: “El Desarrollo Sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades”.

Desde entonces se han hecho avances, como no, innegables por demás considerando lo difícil que resulta establecer un cambio de paradigma a nivel global. Sí, porque tenemos cientos de años con el “Desarrollo Económico” en la cabeza y esa idea la aplicamos a nuestros negocios, a nuestra vida personal. El desarrollo económico tradicional consiste en que mejoras tu bienestar a medida que crece tu ingreso, y por ende el de la nación. Y eso está bien, parece lógico, ¿no? Pero resulta que se descubrió que en el proceso de producción de bienes y servicios se generan contaminantes del aire, del agua y del suelo, que deterioran el entorno donde se encuentran las empresas y las mismas no pagan por este deterioro, no lo “internalizan”. También se derivan contaminantes de los bienes que se van consumiendo, los que se convierten en basura. Este deterioro ambiental tiene incidencia sobre la salud humana y sobre la productividad en el mediano y el largo plazo. Cuando estas consecuencias se hacen muy grandes, entonces comenzamos a pensar que a pesar de que está creciendo nuestro ingreso, nuestra calidad de vida, no. Te enfermas más, el paisaje no es el mismo, no puedes disfrutar de lagos y ríos como antes porque huelen mal, porque tienen mal aspecto, o porque simplemente han desaparecido producto de la sedimentación, y las sequías cada vez más extensas producto del Calentamiento Global; los animales se extinguen porque pierden su refugio, su fuente de alimento y se envenenan con el aire, el agua o engullendo animales intoxicados (como el caso que expone Raquel Carson de los pájaros que morían por comer gusanos que habían sido rociados con plaguicidas). Tal vez estamos obteniendo más cosas materiales, pero a costa del deterioro natural, y eso es pan para hoy y hambre para mañana.


Total, decía yo, que hemos avanzado mucho para lo quijotesco que resulta un cambio CULTURAL de dimensiones globales (y aquí la globalización ayuda, y mucho). Entonces es natural que la primera propuesta fuese la Educación Ambiental, para formar individuos capacitados para entender, transmitir e impulsar los cambios que hacen falta. Pero, de acuerdo con la ONU ésta fase terminó. Es hora de la implementación efectiva de nuevas formas de producir y consumir acordes con la definición de sustentabilidad.  En el 2002, diez años atrás, en Johannesburgo, un grupo de niños dijeron a los representantes de los países miembros de la ONU, que ellos eran los responsables de ejercer las acciones pertinentes HOY, pues ellos no querían heredar un mundo deteriorado e indigno.  El avance ha sido lento, las negociaciones y acuerdos son cada vez más difíciles de lograr, los recursos financieros más difíciles de recaudar en el marco de la crisis financiera global, y sin embargo se ha avanzado. En Europa hay naciones enteras reciclando, reemplazando materiales contaminantes por biodegradables, arborizando, implementando sistemas ahorradores de energía en sus casas, edificios, negocios, etc. Esto también está sucediendo en el tercer mundo. Ejemplo de ello es la gestión de nuestro alcalde de Chacao Emilio Grateron (Caracas, Venezuela), la cual acaba de recibir un reconocimiento en el marco de Rio + 20, en vista de lo novedosa y sustentable que resulta desde el punto de vista ambiental; modelo a seguir en el mundo entero al igual que Curitiba en Brasil, demostrando que el cambio si es posible.


Para finalizar esta entradita, debo decir que en vista de que las negociaciones y acuerdos se han tornado un poco escabrosas, al parecer le han dejado la responsabilidad del cambio a la sociedad civil. Pero la sociedad civil también ha cambiado en estos 20 años (producto de la educación ambiental) y es posible que esté preparada para asumir el reto. Nuevas formas de organizarse (movimientos totalmente horizontales), están proliferando y tomando fuerza con el apoyo de las redes sociales. Twitter y Facebook se han convertido en las herramientas fundamentales del cambio efectivo, que es bienvenido siempre y cuando estén inscrito dentro del marco democrático. Tú también puedes apoyar el cambio desde tu entorno particular. Siembra un árbol, recicla, ahorra energía, consume lo necesario. Hagámoslo juntos.


Les dejo un abrazo enorme.
Martina.

1 comentario:

SATURNINO dijo...

No soy nada optimista.
Ya me pareció que Río llegaba tardísimo: ¡a buenas horas nos caemos del guindo! me parecía entonces.
Y desde entonces no veo yo que ambientalmente esto vaya a mejor... NI MUCHOOOOOOOOOO menos