sábado, 17 de octubre de 2009

VIDAS EJEMPLARES


Como bien sabéis los que seguís el blog, no es raro que mi compañera Mª Eugenia (¿puedo saludar? Saludos para Mª Eugenia) me resuelva la papeleta de qué poner los sábados en mi entrada.
En esta ocasión, más que resolverme la papeleta, me ha encargado la papeleta... Este es el papel que me dejó en mi mesa, encargándome trabajillo de investigación para esta semana.




Así que a sus órdenes y a investigar.



Qué tiene que ver entre sí... autores, una naviera, el wisky, el toro de las banderas de futbol, el anisete...



Pues está claro, de esto y mucho más, el autor es este hombre
Nicomedes García Gómez.


Otra cosa, no sé, pero lo que está claro es que a este hombre no le dio tiempo a aburrirse.

El tal Nicomedes nacio muy a principios del siglo pasado en Valverde del Majano. En principio no tiene nada de extraño, salvo que alguien pueda explicar por qué en este pueblín de Segovia, de unos 800 habitantes, en el siglo XIX y XX se concentró un número significativo de famosos personajes en disciplinas bien distintas. La vidas ejemplares de Agapito Marazuela y de Manuel Frutos Huerta bien se merecen dedicarles otras entradas.

A los 10 años, a trabajar con su padre al negocio de venta de vinos, que para qué más escuela y más juego. Es decir, que fue, lo que hoy se diría un caso claro de explotación infantil, jeje.
En los ratillos libres se puso a estudiar matemáticas, contabilidad y alguna otra cosa de números, que por lo que se vio después no se le dio nada mal.
Malos tiempos y un incendio, dejó en la ruina el negocio del padre, del cual se hizo cargo, en cenizas, a los 18 años.
Cuando tomó el negocio, lo primero fue patentar el ANIS LA CASTELLANA. Yo creo que todo españolito que se precie que haya vivido en el siglo XX debe tener cierta cantidad de la Castellana en sus venas (no es cosa rara si pensamos que fabricaba al año 7000000 de litros para los 25 millones de españolitos de la época).

Con el anís patentó la botella. Yo creo que solo por ello debería tener sitio reconocido entre los grandes lutiers de la historia. A la mierda los villancicos, tal como los conocemos, si no fuera por el ingenio de Nico.
Puesto a patentar cositas, más adelante patentaría el tapón de la bolita, que impide rellenar la botella (y limita algo el garrafón).

Por si fuera poco alcohol, tomá la distribución de la cerveza mahou en su zona.

Llegada la Guerra Civil, cuando todo era crisis y hundimiento de negocios, supongo que ya que Alicante quedó en zona "roja" nuestro heroe se puso a fabricar turrón, y como al parecer, nunca supo hacer las cosas de forma comedida, se lio, se lio y fabricó 400.000 kilos: el mayora fabricante de turrón de la época y con creces.

A saber qué se le pasó por la cabeza, pero en lugar de seguir con anises y turrones, y en lugar de dedicarse a los polvores y mantecados, de golpe funda una agencia de publicidad, Azor... y entre sus recuerdos destaca aún en todas las carreteras de España y ahora en las banderas de fútbol y demás historías, EL TORO DE OSBORNE.


Y suma y sigue: fábrica de hielos, bodegas de vino de Málaga y más y más y mas, máximo importador de coches en España...
Y ya metido en coches... funda la compañía de autobuses AUTORES, que al menos por estos lares es lo más de lo más en compañia de autobuses.


En 1950... Aquí, se ve claramente la pequeña diferencia entre Nicomedes y yo. Dicen mis papis que cuando me llevaron de pequeñin a Santander, mi primera visita al mar, compuse una canción de estribillo único: "yo quiero un barco, yo quiero un barco, yo quiero un barco" y debió ser tal el berrinche y la vergüenza pública que me traje un pedazo barco de juguete a casa, que aunque no era justamente lo que yo pedía, acalló temporalmente mi incursión en la composición musical.
Pues bien Nicomedes, fruto de algo parecido a lo mío, en 1950 se dedicó a comprar buques hundidos, se supone que por dos perras, a sacarlos del fondo, a arreglarlos.... y "voila": montó una naviera (qué otra cosa se podía esperar de un castellano de tierras adentro)


Ahhh y otra diferencia entre él y yo... a mi se me ocurriría lo del barco, pero nunca se me ocurrió lo de "yo quiero un banco, yo quiero un banco..." A Nico sí, y se compró tres: el Banco General de la Administración, el Banco de Béjar y el Alicantino de Comercio.

Uy, antes cuando lo de la naviera dije "qué otra cosa se podía esperar de un castellano de tierras adentro", no sé, ¿tal vez se pudiera esperar montar una destilería de whisky escocés?, pues con Nico, lógicamente.
La historia de cómo se le ocurrió tiene su aquel.
Como ya dije, llevaba a primeros de siglos la distribución de cerveza mahou. Pues bien, en 1929 tuvo la desgracia de que más de 100 barriles de cerveza se le estropearon y se los rechazaron sus clientes. En estos tiempos nuestros lo sencillo habría sido tirarlos y punto, pero quien conozca bien a la gente de estas tierras y de aquellos tiempos, bien sabe que entonaban el "antes muerta que sencilla" por lo que decidió destilar la cerveza y meterlo a envejecer en barrica. El resultado fue algo parecido a whisky que se fue bebiendo durante toda la guerra y parte de la posguerra y que cada día estaba más rico.
Eso más un viaje a Escocia en 1955 hizo que Nico quisiera tener una destilería de whisky... y cuando a Nico se le mete algo entre ceja y ceja!!

Cuando en cursos y cursillos se explica cómo se hace un Proyectos de empresa, se dice que lo primero es tener una buena idea (¿admitimos la destilería de whisky escocés en Segovia como buena idea?, vale, se admite pulpo como animal de compañía). Después de la idea, se dice que hay que hacer un estudio de mercado para ver si la idea puede tener acogida en el mismo.

Pues veamos el mercado que debería acoger sus whiskys.
En esa epoca, por ley, estaba completamente prohibido hacer destilados de cereal. Tan solo se permitián de uva y azucar.
El hábito de consumo de whisky por la población española era simplemente nulo. Se trataba de un artículo de superlujo, que solo se conocía su nombre por las películas del oeste. Una botella de whisky podía valer no menos de 400 pesetas, para sueldos mensuales de 1000 pesetas.
Era muy posible que desde escocia impidieran la fabricación de whisky en tierra castellana, al igual que lo impidió en su dia el Coñac y el Champán francés.

Lógicamente en aquellos tiempos no se debían hacer estudios de mercado, porque Nico no veía más que ventajas en todo aquello.
Convenció a sus camaradas del banco para invertir 55 millones de pesetas para trasformar un viejo molino de Palazuelos de Eresma en una destilería de whisky. Bien mirado los prados y aguas limpias de Palazuelos no tiene mucho que envidiar a los verdes valles escoceses.
¿Lo de la ley?... vaaa, paparruchas, algo de presión y algún compadreo y se cambia la ley.
¿Lo de la aceptación del mercado?... con un par!!! las primeras cajas las vendió en Marruecos, donde los musulmanes bien es sabido no pueden probar el alcohol.
Además poniendo el whisky a 120 pesetas la botella y 15 pesetas la copa, no sólo vendió, sino que inundó el país de whisky DYC.
No sólo eso, lejos de hacer propagandas machistas al uso, como las del coñac, toda la publicidad presentaba a mujeres bebiendo el whisky, así la población consumidora paso de golpe a ser el doble.
¿Que si los escoceses se ponen melindrosos? se compró un par de destilerías escocesas y así entró a fomar parte de Asociación de Destiladores de Escocia.
Poco antes de la muerte de Nicodemes en 1989 en España vendia cerca del 50% del whiky consumido y encima exportaba 50.000 cajas a Escocia ¡¡manda huevos!!

¿Alguna otra cosa se le puede ocurrir? Ahhh bueno, un buen día se le ocurrió comprar un millón de metros cuadrados de suelo al lado de su pueblo y montó el polígono industrial Nicomedes García.

Su historia acabó en 1989.
Y sus empresas casi casi, ya que a partir de ahi su hija adoptiva Mª Teresa y sobre todo su yerno Manuel Piñera Gil-Delgado se han dedicado a vender empresa tras empresa y vivir a todo lo grande (incluida la compañia de nuestro rey)


(Acabo de darme cuenta, porque, un ricachon salmantino al cuyos hijos daba clases particulares, llevaba autores en Salamanca y distribuia wisky dyc y anís la castellana entre otros muchos negocios... sería un apoderado de Nico)

Bueno, Marieu, la nota. ¿Qué tal he hecho los deberes?

Feliz sábado, sabadete... se me comporten
Saturnino

10 comentarios:

essência dijo...

descobri que és o blog segunte do meu: julianalimacriativa.blogspot.com

miguel angel dijo...

De este señor habia oido hablar yo, pero mas aun de Agapito Marazuela, un personaje singular que mis amigos del Nuevo Mester mencionan en todas sus actuaciones, claro que ese les ha sacado a todos los grupos folk mas del atolladero que a ti Maria Eugenia.
Besos y abrazos.

SATURNINO dijo...

Añado un texto que encontré por ahi en la web, es buenisimo este Nico. El texto es de uno que comenta sobre el anis castellana.

"El anis Castellana me ha acompañado desde crío.
Creo que me aficione a él también desde bien temprano, aunque mi abuelo sólo me dejaba humedecerme los labios en los bordes del vasito.
En Navidad te entona el cuerpo y la patente registrada de su preciosa botella te sirve de instrumento musical.
Otros anises no saben igual.
Coincido con varios del foro y compruebo con tristeza cómo muchos camareros me ponen cara de poker cuando pido un anis Castellana, no lo dan importancia y me traen otro, por supuesto les digo que no, que me quedo sin anis.
Creo que está bajando la introducción de este producto típico Español en las sanas costumbres de nuestra buena juventud, bienintencionada pero creo que algo mal informada.

Similar me ocurre con el Wishky DYC, que en los sitios de copas me ponen cara de...aggaggg aquí no tenemos más que wishkY bueno....en plan snob, como le ocurrió al pobre Don Nicomedes en una comida en el Restaurante del Palace, con un ministro. Al final pidió al maitre una copa de DYC y el maitre afrancesdado le dijo al de la boina, con desden y superioridad, que ahí sólo servían wihsky del bueno.....je, Don Nicomedes tiró de cartera y sacó unos papelajos de entre las gomas y preguntó al estupefacto maitre que le constaba que tenían DYC porque le debían 300 000 ptas de DYC, que donde estaba el DYC o el dinero....
Un comunero "

Martina dijo...

Interesante historia de un personaje que tuvo mucha iniciativa, arrojo e ingenio para lograr sus objetivos en la vida. Un buen ejemplo para todos..y te dice que seguir la corriente, no siempre es bueno.

Que ingenioso lo de usar la botella como instrumento, aqui también lo hacemos, pero no estoy segura si usamos la misma.

Abrazos para todos.

euge dijo...

te lo tengo dicho, las fuentes no se desvelan...y menos se escanean...

menuda vida, si llega a inventar el pacharán zoco y el coñac soberano ya sería el culmen de los acompañamientos de las partidas de cartas de media España...

El último samurai bancario dijo...

Lo cierto es que nunca había oído hablar. Me parece una historia muy interesante, aunque con un final algo triste. Es lamentable ver como los familiares no son capaces de al menos mantener el negocio familiar. No hablamos ya de aumentarlo!!!

Un abrazo Satur

Lusika dijo...

Olé olé y olé!!! Esto sí que es una biografia bien contada!!

La verdad es que de este hombrito ya había oido hablar hace un tiempo, y es alucinante!!!!
Ahora me doy cuenta de que llevo una vida muuuuuuuy poco interesante... :(

Por qué se llevó este hombre toda la imaginación y la energía para poner todo en marcha?????

Juan Manuel Santamaría dijo...

Me ha encantado leer estos textos. Me llamo Juan Manuel Santamaría y he publicado la vida de Nicomedes en un par de libros de temática segoviana. Pero en plan aburrido. ¡Qué bonito ver que hay gente con imaginación y no me refiero a don Nicomedes sino al autor de las líneas que comento! Por cierto que si el país se va a pique es porque faltan empresarios con imaginación y audacia. saludos.

Anónimo dijo...

No debemos de olvidar que en sus principios, hasta los años 68, contó con la inestimable ayuda de un soriano de postín: Epifanio Ridruejo Botija y el laureado militar Garcia López.

Anónimo dijo...

Según me contó mi abuelo, amigo personal de Don Nicomedes, hizo gran fortuna recogiendo chatarra militar de los desiertos africanos tras la segunda guerra mundial. Todo un fenómeno y un ejemplo de empresario, justo lo contrario del horrible yerno